sábado, abril 12, 2008

Visita a Londres: Parte 2

Como lo prometido es deuda, aquí van algunas fotos de lo que vimos en Londres hace ya unas semanas. Visitamos dos museos en el mismo día: el de Ciencias y el de Ciencias Naturales.

Primero el de Ciencias.

Un bonito coche de los primeros, original. Te decían que no tocaras, no sea que el pringue de tus dedos destruyera la piel o la pintura del vehículo. Me gustaría ver una carrera con estos. Como no tiene techo y no creo que la velocidad sea demasiado alta, se podría aumentar la emoción de la competición dándole látigos, cadenas y otro tipo de armas a los pilotos.

Un triciclo motorizado. Me gusta la matrícula.

Interesante. Un módulo espacial original. Si no recuerdo mal es uno de las tantas misiones Apolo. Tiene pinta de estar algo chamuscado por afuera, lo que le da más verosimilitud.

Para los aficionados a la informática (luego hay más), uno de los primeros Apple. Carcasa de madera... Creo que me llama más la atención este diseño orgánico que el estilo homogéneo y aséptico que llevan ahora todos los productos de la marca. A ver si hacen un iPod así.

Una cucaracha, no viva, y un pequeño robot que se usó en un experimento en el que se intentó engañar a dichos insectos: se comportaban mínimamente como cucarachas y la carcasa estaba impregnada de feronomonas cucarachiles, para que fueran reconocidos como miembros de la especie.

Seguimos con la informática. Charles Babbage fue un ingeniero británico que diseñó, aunque no llegó a construir, lo que vendría a ser el primer ordenador en el siglo XIX. Aquí tenemos su cerebro.

Y aquí están fabricando un ordenador de los suyos.

Un miniordenador PDP-8.

Y aquí llegamos al museo de ciencias naturales, que está muy cerca del otro. El frente del edificio es muy bonito, y los interiores también.

Dinosaurios. Bueno, restos de dinosaurios. No saqué demasiadas fotos ya que estaba bastante oscuro para que salieran bien, aparte de que esos dinosaurios tenían la manía de ser demasiado grandes y los metieron luego en habitaciones algo pequeñas y llenas de niños que no paran de moverse.

Y aquí está el redactor del blog, que al ver el modelo del feto gigante entró en un estado de regresión mental al recordar lo calentito que se encontraba ahí dentro. La desgracia es que todavía no hemos podido sacarlo de dicho estado y se teme por su salud mental.

1 comentario:

Anónimo dijo...

es lo mas comico que vi.saliste hermoso!!!!
mrcr