sábado, febrero 17, 2007

Por fin vacaciones

Y ayer, viernes 17, fue la primer tarde de las vacaciones, esa en la que uno se sienta relajadamente pensando en todo el tiempo que tiene por delante. Casi se podría decir que es el mejor momento ya que es cuando uno lo saborea mejor, aunque todavía no hayas hecho nada y siempre exista la posibilidad de que todos los planes que tengas se vayan por el desagüe.

De todos modos decidí que esta tarde no iba a hacer nada de la universidad y me plantée ir a algún sitio en Singapur. Comenzó a llover bastante fuerte y casi me quedo, pero al final esperé a que parara y a eso de las 7:30 de la tarde tomé el autobús 183 desde la residencia hasta la zona de Clementi. Allí me monté en el tren urbano, hasta la estación de Chinatown.

¿Mi idea? Ver si se estaba cociendo algo por la zona debido a la cercanía del año nuevo lunar, que es hoy justamente.

Las calles estaban abarrotadas de gente. Había que ir caminando entre los tenderetes muy despacio.

Una de las muchas tiendas vendiendo adornos para la celebración del año nuevo. Todas las cosas son de un color rojo muy llamativo, de todas las formas posibles, con letras doradas.

¡Al rico coco! Bueno, no se si diría eso el hombre, pero si que estaba todo el rato proclamando algo que, para mí, sería algo parecido.

Otra calle peatonal, llena esta de puestos de comida china. La verdad es que, en general, está muy buena. Desde el típico arroz con pollo hasta los fideos, la gastronomía en Singapur no está nada mal. Y lo normal es que la comida sea bastante picante... Sea malaya, india o china, aunque esta última es algo menos que las otras dos.

En la entrada del templo indio me topé con el final de una procesión, que no se si tendría algo que ver con el fin de año. Me parece que no, ya que ambas culturas siguen calendarios distintos.

Huevos hervidos en té, algo muy típico. Solo los he comido una vez y, vaya, simplemente saben a huevo duro con un toque algo distinto.

¡Jamones! Y una buena variedad en charcutería. Había varios puestos de estos.

Después me dirigí hacia la zona de Esplanade, cerca del río, ya que había leido en Internet que había algo montado allí.

Vista de los edificios en la zona más céntrica, la de negocios. La verdad es que me encanta de noche.

El nuevo año, el 4705 según este calendario, es el del cerdo. Aunque tradicionalmente en occidente siempre se asocia a algo "guarro" o a "jamones", en la cultura china es un animal que tiene un simbolismo mayor.

Ni idea quien se supone que es, pero ya me enteraré. Editado: Creo que ya se quien es. Me parece que es el "dios del dinero", que se supone que ayudaría a que el año nuevo sea próspero en lo material.

Espectáculo de precusión, con dragón incluido. Luego apareció la mujer con sobrepeso de la última foto, que creo que representaba al personaje de la estatua. Me da la impresión que el sobrepeso de ambas (mujer-estátua) está relacionado con la abundancia, el deseo de buena fortuna para el nuevo año. Pero, como ya he dicho, tengo que averiguar todas estas cosas. El domingo ceno en casa de una familia amiga, que es de aquí, así que les podré preguntar.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Feliz Año 4705!!!
Y que el cerdo nos ayude a todos los que estamos medio embarrados a disfrutar del lodo en todo su esplendor!!
Y bue... ya que estamos que nos traiga alguna de esas propiedades que tiene para aquellas culturas y que nosotros desconocemos! por ahi le tomo mas cariño!!
Buen año primito!! y felices mini vacaciones
*AmY*