viernes, septiembre 15, 2006

Por fin de vuelta

Siento mucho no haber añadido nada en los últimos días. La verdad es que he estado bastante ocupado con las clases y como, además, se me rompió la pantalla de la cámara digital he estado sacando menos fotos.

Sin embargo hoy ya me compré una nueva, así que a partir de ahora habrá (supongo) más actualizaciones. Para empezar la semana que viene me voy a Malasia por unos días. El tour incluye las ciudades de Malacca y Kuala Lumpur (la capital), y una zona en las montañas llamada Cameron Highlands, famosa por las plantaciones de té.

Pero, bueno, a lo que iba. Hoy por la mañana me desperté relativamente temprano para ir al centro comercial de Suntec City situado en el centro de Singapur. Tras tomar el autobús número 95 hasta Clementi, y de ahí el metro hasta City Hall Interchange, al llegar a la estación me encontré con que había mucha presencia de fuerzas de seguridad.

Después de caminar un rato ya me percaté de la razón: justo el único día que se me ocurre ir al centro comercial, está organizada la reunión del FMI (Fondo Monetario Internacional). Resumidamente, los que en realidad mueven los dólares en el mundo. Los argentinos conocen bastante bien esas siglas, creo yo.

¿Y por qué decidieron hacerlo ahí? Porque justo en ese lugar hay un centro de congresos muy importante y hay multitud de hoteles de alto nivel muy cerca.

En fin, que el edificio entero (y no es pequeño) estaba rodeado de vallas metálicas anti-anti-globalización. Tuve que caminar un buen rato, rodeando el lugar, hasta llegar a la entrada dispuesta para los mortales de a pié (los que no teníamos pases del FMI). Y encima se puso a llover.

En fin, que al final conseguí la cámara a pesar de la confusa señalización y de la cantidad de gente que había por ahí.

Sinceramente, tengo que agradecer a unos cuantos policías que me ayudaron y, muy amablemente, me dieron indicaciones de como llegar hasta el lugar. Debía ser porque no tenían que trabajar. Me explico: a pesar de estar ahí todos los peces gordos capitalistas, las vallas y demás medidas de seguridad, no había ni un solo manifestante. Nadie, ni siquiera con el más minúsculo cartel.

Creo que se podrían haber ahorrado bastantes cosas y todo iría prácticamente igual.

En fin, hasta la próxima, desde el atípico (comparado con muchos otros lugares del mundo) Singapur.

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