Bangkok: Llegada

Como ya supondréis al leer estas líneas, he vuelto a Singapur sano y salvo. No fui secuestrado para ser explotado como trabajador sexual ni ofrecido como esclavo a un grupo de piratas del mar de China... Ya regresé a lo que podríamos definir como "el hogar lejos del hogar" y, la verdad, lo que me encontré allí me sorprendió gratamente.

Salí el viernes por la tarde con mis amigos de Hong Kong, primero a Clementi para cambiar dinero y cenar, y luego dirigirnos hacia el aeropuerto. Ya habíamos tenido el aviso, por parte de la compañía aérea, que el vuelo se retrasaba desde las 10PM hasta casi medianoche.

Como se observa en la foto ya estaba cansado para entonces... Lo que no sabía era lo que todavía me esperaba. Si entonces estaba cansado, ahora estoy reventado, "hecho misto".

Mis compañeros, también esperando para poder facturar el equipaje.

Al final el avión salió después de medianoche, llegando a Bangkok casi a las 3 de la madrugada. Allí, por alguna razón que se escapa de mi conocimiento, es una hora más que en Singapur así que el vuelo duró unas 2 horas, que me las pasé durmiendo. Un récord para mí en vuelo.

Al llegar íbamos a tomar un par de taxis para dirigirnos a nuestro albergue, pero sufrimos la "embestida" de la representante de una empresa de mini-buses (furgonetas, vamos)... Utilizando toda su mejor palabrería y buena educación nos decía que ir en taxi resultaría muy complicado y que nos hacía una rebaja de 1500 Baht a 1200 Baht (unos 25 euros), y así íbamos los 9 juntos con todo el equipaje... ¡Qué recibimiento! :D Nada más poner pié en tierra Tailandesa nos encontramos con uno de los "tiburones" de los que había leido.

La fragoneta que nos llevó a nuestro albergue.

En fin, al final llegamos sin problemas, nos registramos y a dormir, que a esa hora ya eran más de las 4 de la madrugada. De regalo, unas vistas desde nuestro cuarto.